ORÍGENES

Los temas de metafísica, no dualidad, Kryon, Ramtha, maestros ascendidos, vida impersonal, el no apego, Yo Soy, el Saint Germain,… y demás temas «lerele» de raros, 🤣 llegaron a mi casa, si no calculo mal, sobre el año 91 aproximadamente.

Y te puedo asegurar que nadie, en la forma, lo habría podido imaginar, jajaja. Con esto no quiero decir nada, ni dármelas de nada porque no estoy ni ahí, solo expongo hechos.

Una compañera de mi ama del curro nos abrió este campo infinito. Libros de ese estilo llegaban a mi hogar, aunque no se hablaba de ello. Ahí estaban pa’quien resonara, y todos tan contentos.

Estuve muy vinculada a todas esas enseñanzas, para luego alejarme de las mismas (aunque no del todo). La semilla ya estaba por ahí germinando.

Luego llegaría la cuántica, los científicos cuánticos, las conspiraciones (algo que últimamente está muy de moda, y que se tergiversa —como todo— pero que es más viejuni que ni sé), y todas esas movidas, que actualmente quizá no parezcan tan extrañas, aunque esto depende del ambiente por el que se mueva uno.

Como personaje estoy bastante alejada en lo referente a la iluminación (como es fácil observar), de hecho ni me interesa, ni fue algo que me interesara por aquel entonces. Pero estos temas resonaban en mí. Aunque me consideraba más, una buscadora de la Verdad. Era lo único que me generaba curiosidad por aquellos años, ¡ah! y el amplio universo dual de los sentimientos, eso me requetechifla(ba).

En esto de la Verdad, todo el tiempo llegaba al mismo punto: en esta experiencia no existía la Verdad, por mucho que me empeñara en dar con ella para saber qué pasos seguir. Así que por narices, todo esto que veía y sentía tan real no podía serlo, por mucho que me lo pareciera. (No es que entendiera nada, simplemente mis pesquisas de mente de mono 🐒 me acababan llevando a eso).

Filosofaba antes de saber siquiera qué era la filosofía. Bueno, que tampoco es que ahora sepa na, aunque sigo filosofando. Así ando 🤪.

Esas enseñanzas me llegaron a través de los libros. Así tenía que ser —así fue— en esa soledad que me arropaba, que sentía refugio, que tanto amaba, (yo, me, mi, conmigo) y que lo conecta Todo (sin saber qué era Amar, ni Todo, ni Nada).

Amo los libros vinculados al advaita, y bueno, tampoco soy ninguna obsesionada del tema, solo que me re-conectan. Cuando los leo, me siento en casa de alguna forma.

Tiempo después, anhelaría tener personas con mayor apertura que yo, con quien poder charlar de temas «rarunis». Debatir, filosofar sobre ideas que me venían. Charrar en profundidad, pero desde el lado más terrenal, desde la risa, (crianza 🍷 mediante, si fuera posible 😄), con una apertura respetuosa, no en plan profeta, no desde la seriedad, no desde el poseedor de la razón, pero sí de la Verdad (que no es de este mundo, pero que lo respeta e incluye, y es amorosa con el proceso de cada cual).

Hablar del mundo seriamente me agotaba sobremanera, y me parecía —y me parece— un sinsentido y una pérdida de tiempo. Y aunque tengo peña con la que expresarme y dialogar sobre estos temas «rarunis», que me respeta, me escucha, y comparte algo mi filosofía…, no siempre fue así. Internet me acercó más gentecilla así —«rarunis»* como yo— 🤭.

Fuera del mundillo virtual, mi ama es una de ellas. Vibra con todo esto «a full de Estambul», aunque quizás a nadie se lo parezca. Eso es lo que más me mola, pasar desapercibido como un humano más 🚶🏼‍♀️😄, pero dejar un rastro profundo que no deja ninguna huella física. No se ve, y no necesita verse para que se impregne en lo más hondo de tu SER. Ya sabes… ese desde dónde se hace o no se hace, se dice o no se dice… ahí está el germen. Mi ama es una crack. Una poderosa y amorosa maestra de vida. Suerte la mía. (Aunque si te soy sincera no creo ni un ápice en la suerte tal y como suele entenderse.)

Así que, gracias infinitas por ser un humano con apertura de mente, que vibra en la «no dualidad», y que eso no le hacer renegar el vivir intensamente su humanidad desde el disfrute consciente.

Gracias por eso, y por estar cerquita de mí. Me siento taaan tarantán 🤪 afortunada.

Gracias por ir más allá del personaje, desde el propio personaje, y compartir camino conmigo, tú que me lees.

*Rarunis no es un concepto negativo para mí (yo tenía unos padres «rarunis» de por sí). Era algo que me ofrecía una mirada más amplia e interesante de la experiencia. Lo cual no quiere decir que siempre fuera fácil de llevar, o que no tuviera conflictos externos e internos. Los contrastes eran fuertes.

Raro era un concepto que utilizaría para saber que ser diferente a las masas, a lo que el conjunto de la sociedad me mostraba o demandaba de alguna forma y no encontrar mi lugar en lo que se denominaba «lo normal» también era un sendero. Un sendero no siempre cómodo pero un sendero muy válido. Mi sendero. Un sendero validado por mi corazón. Un sendero guiado por El/Sentir (no de sentimientos, más bien una especie de intuición). No necesitaba más aunque todavía no lo sabía.

¡Brindo por ti, humanoide bonito y raruni!😝

THE END.

🪶 Begoña Salinas

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