«Te siento.
Sé que estás cerca.
Aunque no me toques.
Aunque no te vea.
Aunque no sepa qué o quién eres.
Sé que estás cerca.»
Quizá pueda parecer un escrito romántico pero y si lo que parece no es. No fuera.
Existen infinitas interpretaciones. Al menos tantas como personas habitan la Tierra.
¿Y si tú crees que este texto se refiere al amor romántico pero en realidad es un texto dirigido a la muerte (la muerte física o transición)? ¿O a las muertes en vida (transformación)? ¿A seres de otros planetas? ¿O al amanecer? ¿A la lluvia o la nieve? ¿Al viento? ¿A los miedos?
Te propongo volver al texto con cada una de las opciones expuestas. Añade las tuyas y retorna al escrito desde las diferentes formas. Un mismo texto encaja con diversas sensaciones, ideas y situaciones.
Un mismo texto, infinitas interpretaciones. Interpretaciones, que no sapiencia.
Infinitas son las lecturas para cada persona. Infinitas son, cada vez que son leídas.
Las lecturas que realizamos no dejan de ser interpretaciones que están en nuestro interior. Hablan de nosotros. No del que escribe.
Y todo lo demás es pura coincidencia, aunque pudiera algo coincidir.
Recuerda que las interpretaciones son interpretaciones, ni buenas ni malas, diferentes. Y ofrecen información interesante sobre desde dónde observas, desde dónde miras en este momento, desde dónde te ubiques.
Hay infinitas interpretaciones. Todas y cada una verdad y falsedad al mismo tiempo, dependiendo desde dónde se encuentre el observador.
¿Y tú qué has leído? ¿Cuál ha sido tu interpretación de este escrito? Si te apetece compartirla soy toda ojos.