
[RELATO]
Tan enamoradiza ella, y a la vez tan desenamoradiza.
Tan transparente. Tan espontánea. Tan auténtica.
A todos les decía lo mismo: solo puedo ofrecerte garantías en este momento. Y en este momento la garantía es plena.
Ante semejante declaración de sinceridad pocos decidían caminar a su lado. La mayoría escapaban.
No querían correr riesgos, decían. Sin darse cuenta de que siempre había riesgos, aunque se engañaran creyendo que no.
No habían sido pocas las veces, que le habían dicho que tenían la sensación de que cualquier día podría volar.
Otras veces, le decían que la amaban pero que siendo «así» preferían dejarlo, ya que no veían compromiso por su parte
¿Así cómo? preguntaba ella. ¿Así tan libre?
Quizás hubieran preferido que les dijeran que lo que sentía sería para siempre. Que les engañaran, al fin y al cabo.
Ella sabía que nada era para siempre.
«Si amarás de verdad tu también serías libre. Tú quieres, no amas», le había dicho ella en una ocasión, cuando todavía estaban juntos.
—Volaré cuando así lo sienta, como espero que hagas tú. Y mientras sintamos acompañarnos… volaremos juntos.
Ahora estoy dispuesta a volar contigo. Mañana no sé.
¿Vuelas conmigo?